MUCHAS veces lo que más nos obsesiona en nuestro primer día de trabajo es el caer bien: caer bien al jefe, caer bien a nuestros compañeros y caer bien incluso a la recepcionista. A continuación, te ofrecemos una serie de consejos para que empieces con buen pie en tu nuevo trabajo. Aprende cómo caer bien sin fracasar en el intento:

Sé puntual: eso dirá mucho de ti

La puntualidad dice mucho sobre cómo eres. Con esto no nos referimos a que por llegar cinco minutos tarde al trabajo de vez en cuando seas un irresponsable, claro está, pero sí es muy importante llegar puntual los primeros días. No estaría de más que antes de tu primer día de trabajo hayas hecho el trayecto desde tu casa hasta la empresa para calcular el tiempo y así no llegar tarde. Incluso no estaría de más que intentaras estar en la puerta diez minutos antes el primer día, por lo que pueda pasar.

Aprende a observar y callar

En los primeros días de trabajo, lo mejor es que calles, escuches y observes. Estudia (con sutilidad) tu entorno, cómo son tus compañeros, cómo visten. Trata de adecuar tu look a la imagen que la empresa quiere transmitir. No hables más de la cuenta (tampoco significa esto que estés más callado que el ficus de la oficina), ahórrate opiniones sobre los compañeros o el jefe. No querrás quedar como el cotilla nada más empezar, ¿verdad? Observa qué costumbres hay: ¿tratan al jefe de usted o de tú? ¿Se reúnen a la hora del desayuno o cada uno va por su cuenta? Ahora es el mejor momento para estudiar tu entorno y adaptarte, sin prisa pero sin pausa.

No quieras ser el más simpático

Si eres una persona tímida, no trates de interpretar un rol que no te corresponde. Ser tímido o callado no tiene porque ser algo malo. No quieras ser el más simpático de la empresa y no trates de comerte el mundo. Por ejemplo, no es necesario que nada más llegar te presentes a todo el mundo y vayas preguntando sus nombres. Basta con que lo hagas con los compañeros que tendrás más cerca de ti, en tu entorno más inmediato; a los demás, ya los irás conociendo con el tiempo y de forma más natural. No hay prisa.

No quieras absorber más trabajo del que realmente puedas hacer

El primer día puede que tengas la necesidad de parecer capaz de hacerlo todo y exigir más responsabilidades. Deja que la cosa fluya y, de momento, demuestra que sabes hacer lo que se espera de ti de la mejor manera posible. Seguro que con el tiempo, ya irá llegando más responsabilidad y la posibilidad de acometer nuevos proyectos.

Sé humilde

Quizás en tu anterior trabajo tenías más responsabilidad o quizás allí las cosas se hacían de otra manera. Pero aquí las reglas son distintas, así que amóldate a tu nuevo trabajo con cautela y no vayas presumiendo de tus anteriores experiencias laborales. Demostrar iniciativa siempre es bueno, pero un exceso de iniciativa especialmente los primeros días puede reflejar por tu parte prepotencia o impertinencia. Cuando hayan pasado unos días, te encuentres más cómodo y te conozcan mejor, será un buen momento para demostrar toda la iniciativa que quieras.

Si metes la pata, pide disculpas

Eres “el novato”. Recuerda esto cuando metas la pata lo primeros días (que puede que sea varias veces). Pero recuerda también que pedir disculpas cuanto antes por tus errores, ya sea a tu jefe o a tus compañeros, es muy importante: dirá de ti que eres una persona humilde y consecuente. No dejes pasar el tiempo, dejando que lo que solo era una pequeña metedura de pata se convierta en algo mayor: ¡pide disculpas y hazlo ya!

No prejuzgues a nadie de forma anticipada

Es tu primer día de trabajo, así que seguramente intentarás parecer la mar de simpático. Pero piensa que los compañeros que te rodean pueden llevar ya años en la empresa y puede que hoy no sea su mejor día (¡ojo con los lunes!). Así que no juzgues a alguien por una contestación seca o una mirada extraña, puede ser algo solo puntual. Conocer a tus compañeros puede llevar tiempo y quién sabe dónde puedes encontrar a un aliado.

Del mismo modo, tampoco te fíes de alguien que se muestre excesivamente simpático contigo el primer día y no te abras demasiado explicándole tus opiniones o sensaciones sobre el entorno de trabajo. Puede que sea un cotilla que te esté intentando sonsacar algo de información.

10 tips para caerle mejor a tu jefe

Última actualización: 18 / Junio / 2012

Llevarnos bien con nuestro jefe es uno de los factores más importantes para desempeñar bien nuestro trabajo. Si bien no se trata de una reunión social, el saber que tu personalidad y la suya se entienden hace que todo sea más fácil.

En ocasiones la relación se da naturalmente, ambas personalidades congenian, pero si no tienes esta suerte, hay algunos trucos que puede hacer para que tu relación profesional sea más agradable, y tu día laboral más productivo.

No queremos que te la pases adulándolo, pero sí que tomes en cuenta estos consejos para lograr un mejor entendimiento entre ambos.

1. Sé educada

Ser una persona educada es básico para relacionarte en la vida, pero si tienes buenos modales tienes las puertas abiertas en cualquier lado. Decir gracias y por favor te ganan la amabilidad de todos. Esto es fundamental, no olvides tus buenos modales en el trato cotidiano.

2. Pide retroalimentación

Cuando tengas oportunidad, pídele a tu jefe directo que evalúe tu desempeño y te aconseje sobre lo que puedes mejorar. Esto le hace saber que valoras su opinión, y que sabes que tienes cosas que aprenderle. La soberbia nunca es buena.

3. Aplica sus opiniones

Cuando tu jefe te sugiera alguna modificación, realízala y luego coméntale que tomaste en cuenta sus consejos y los resultados obtenidos. Así sabrá que lo que te dice no cae en saco roto, y se dará cuenta de que tienes ganas de aprender. Y en caso de que sus recomendaciones no funcionen, también será más fácil que cambien de estrategia.

4. Aprende de tus errores

Cuando tu jefe te señale algún error, reconócelo y aprende. No pierdas tiempo ni energía tratando de cubrirlo o de echarle la culpa a otra persona, asume tus errores y aprende de ellos.

5. Respeta los tiempos

El tiempo de todas las personas es igual de valioso que el tuyo. Así como a ti no te gusta que te dejen esperando, o que cambien una junta de último momento, tu jefe valora tu puntualidad, tanto en horarios como en resultados. Si debes llegar a las 9, llega 8:55; si quedas de entregar algo para el viernes en la mañana, entrégalo el viernes en la mañana.

6. Organízate

La mente de cada quien se organiza de diferente manera. No importa qué método te funcione mejor mientras siempre tengas tu trabajo organizado, y que siempre puedas darle a tu jefe la respuesta que necesita y espera. Si tu jefe pregunta, ¿cuándo es la junta con los de mercadotecnia? Sé tú quien tenga la respuesta más a la mano.

7. Olvídate de sentimientos

Como jefe, es parte del trabajo señalar los errores de sus subordinados, corregirlos cuando se equivocan y exigirles siempre un mayor esfuerzo. No es una cuestión personal, tus errores laborales son errores que deben corregirse, así que no te tomes nada como un ataque a tu persona, sino a una actividad desempeñada, y olvídate de rencores. Deja pasar las cosas pequeñas.

8. No trates de caerle bien

No hay persona más molesta que la que nos adula todo el tiempo. Es incómodo para tus compañeros y para tu jefe mismo, así que no seas de esas personas que se pasan el día entero quedando bien y tratando de ser notados. Evítate ser el chiste de la oficina, y sólo sé tú misma. Recuerda que la intención es tener una buena relación profesional, no participar en un concurso de simpatía.

9. No te lo brinques

Algo que molesta mucho a los jefes es que te saltes su autoridad. Puede que lo hagas por error, en cuyo caso con una explicación basta, pero si lo haces constantemente se sentirán ofendidos, y con justa razón. Consulta con tu jefe directo las decisiones que consideres él deba saber, eso le demostrará que respetas su autoridad.

10. No lo pongas en evidencia

A menos de que sea absolutamente necesario. Si estás viendo que se va a cometer un error catastrófico, entonces habla con quien tengas que hablar, pero no pongas en evidencia sus errores frente a sus jefes u otros compañeros, si tienes una sugerencia hazlo en privado a menos de que sea absolutamente necesario.

Parte 1 de 3: Entrar en la zona

1
Siéntete cómodo contigo mismo. Probablemente te hayan sermoneado un millón de veces: para poder caerle bien a las personas, primero debes caerte bien a ti mismo. Es más fácil decirlo que hacerlo, ¿no? Pero es cierto; piensa en alguien que conozcas y que tenga una autoestima muy baja. Probablemente sea un poco negativo, sumamente sensible y no sea nada divertido estar a su lado. Si tan solo estuviera cómodo consigo mismo, su mundo entero lo trataría de manera distinta.
- Haz una lista de las cosas buenas que tienes. Haz algo que te haga sentir felicidad y confianza. No tengas miedo de intentar cosas nuevas y aterradoras. Ni siquiera pienses en omitir este paso, es muy importante. No necesitar ser extrovertido e hilarante, solo necesitas tener un nivel saludable de autoestima.
Anuncio
2
Sé auténtico. Una vez que te sientas cómodo contigo mismo, aférrate a eso. Aparentar, presentarte como algo que no eres e intentar mantener una imagen además de ser sumamente agotador, es una tremenda desventaja para tu personalidad. Está bien ser como eres, con defectos y todo. En lugar de ser una versión de segunda clase de algo más, sé una de primera de ti mismo. ¿Qué sentido tiene ser algo más?
- Lo creas o no, ¡investigaciones han demostrado que ridiculizarte en frente de otras personas en realidad puede hacer que les caigas bien!^[1] Después de reflexionar sobre eso, tiene sentido: les muestras a todos que eres real, tal como ellos lo son. ¡Qué alivio! Ya no eres perfecto. Mientras más auténtico seas, mejor.
3
Sé un entusiasta. Vayamos al grano: imagínate en la cama con alguien teniendo sexo. Esa persona atraviesa por emociones, pero no puedes determinar a ciencia cierta si se siente de una manera o de otra. ¿Te sentirías ansioso de ir a la cama con esa persona nuevamente? Probablemente no. ¡Lo mismo se aplica en la vida! Todos quieren estar cerca de una persona que ilumine la habitación con su entusiasmo. No hay razón para que no puedas ser tú.
- Una vez que te des cuenta de que las pequeñas cosas en la vida pueden ser emocionantes, el entusiasmo fluirá. Después de todo, la vida es corta. No todas las tazas de café deben ser la mejor que hayas probado (de hecho, podría ser la peor), pero aun puedes entusiasmarte por eso. ¡Café! ¡Por fin! ¡Lo mejor de la mañana! Se siente tan bien.
4
Sé curioso. Esto se trata principalmente de las demás personas, pero en realidad debes ser curioso con todo el mundo. Cuando algo se te presente, piensa en ello. No solo lo aceptes. Si hay algo que no entiendes, tratar de aprender más al respecto. Esto debe aplicarse en los conceptos, por supuesto, pero también podría aplicarse a las personas.
- Así que la próxima vez que conozcas a alguien que tenga 24 años y te cuente acerca de las cosas extraordinarias que ha hecho en toda su vida, sorpréndete un poco mostrando una incredulidad sutil y pídele que te las explique. Indaga un poco. ¡Estás interesado!
5
Mantén una buena higiene. En caso de que vivas en una isla desierta, resulta que los seres humanos prefieren relacionarse con aquellas personas que no huelan mal. La ciencia aún se pregunta el motivo. Así que hazte un favor a ti mismo y báñate, lávate los dientes, vístete con las luces encendidas. Si no lo haces, las personas ni siquiera te hablarán.
- Es mejor esforzarte un poco (es decir, más que solo una ducha). Los seres humanos probablemente se fijan más en el aspecto exterior de lo que deberían. Si has leído el libro de Malcolm Gladwell, “Blink”, estás familiarizado con el efecto de Woodrow Wilson y en cómo fue elegido en base a buena apariencia autoritaria y a su buen manejo del tiempo (fotoperiodismo) e incluso si no lo estás, probablemente sepas lo suficiente acerca de JFK para ver la conexión. Ya sea que te guste o no, tener buena apariencia tiene sus beneficios. No hay dos formas de verlo.
6
Piensa en el cómo y en el porqué de tu éxito. Los seres humanos interactúan en base a tres niveles diferentes: el verbal, el no verbal y el paraverbal.^[2]Probablemente estés de acuerdo con los dos primeros, ¿no es cierto? Pero el paraverbal consiste en cómo expresas tus palabras. Ya sabes, el tono, el ritmo, etc. ¡Todas esas cosas también importan!
- Comienza a observar a alguien que realmente domine los tres niveles. ¿Cómo se relaciona con los demás? Cuando está por cuenta propia, ¿parece ser fácilmente accesible? ¿Cómo habla? ¿Qué dice y cómo lo dice? Cuando comiences a notar los patrones, comienza a observarte a ti mismo. ¿Qué patrones podrías imitar?
7
Ten en cuenta que esto es diferente para hombres y mujeres. Si bien esto se aplica en todos los ambientes, es doblemente importante aplicarlo en el lugar de trabajo. Los hombres y las mujeres inventan cosas muy distintas cuando se trata de caer bien. Un hombre puede ser asertivo e incluso enfadarse como muestra de su pasión; si una mujer demuestra las mismas emociones, se le considera fuera de control .^[3] Toma con pinzas cualquier consejo que te den al igual que todas las observaciones que hagas; podría ser prudente considerar el género.
- Si bien no se aplica para todos, generalmente es seguro decir que las mujeres son más apreciadas cuando son un poco más suaves. Dos palabras: Hillary Clinton. El blanco de más bromas que cualquier otra persona. ¿Y por qué? Porque se comporta como un hombre en un mundo de hombres cuando en realidad no es uno de ellos. Ella también es increíble además de ser un excelente modelo a seguir, así que si eres una mujer, opta por algo entre ella y June Cleaver.
Anuncio

Parte 2 de 3: Ser una persona conversadora

1
Siente un verdadero aprecio por las demás personas. Interésate en los pasatiempos e intereses de otras personas. Cuando vean que te agradan, también les agradarás. Los seres humanos son criaturas divertidas. ¡Algunas veces pueden sentir!
- Si alguien entra en la habitación e inmediatamente te iluminas y sonríes, te notará. ¿Qué tan increíble se sentiría ser recibido de esa forma? Puedes brindarles a todos sentimientos cálidos y agradables al parecer genuinamente interesado en ellos por el solo hecho de que te agradan. No se trata de hacerte vulnerable, se trata de ser real.
2
Sé sincero. Sé amable. Sin importar lo que digas, dilo en serio. No molestes a las personas, no les mientas ni las manipules. Debes tratarlas como quisieras que te traten. Si quieres ser recibido a donde sea que vayas, sé sincero y afectuoso.
- Comienza siendo lo más paciente y educado posible con las personas. Escucha e intenta ayudar si puedes. Haz cosas por las personas porque quieres, no porque vayas a recibir algo a cambio. Sin importar qué tan de mal humor te encuentres, sé tan amable como puedas con las personas. Recordar ser amable y sincero cuando no te sientes así puede ayudarte a cambiar tu estado de ánimo.
3
Haz que hablen. La mayoría de personas adoran hablar acerca de sí mismas. Les encanta estar con aquellos que quieren escucharlos hablar de sí mismas. Por desgracia, hay personas en este mundo que solo esperan tener un motivo para redirigir la conversación hacia ellas. ¡Aprovecha esto al hacer que hablen! Pregúntales algo acerca de ellas y permite que se explayen.
- Supongamos que te acercas a Daniel en el trabajo y le dices “Oye Daniel, ¿qué tal estuvo tu fin de semana?” y te contesta con un simple “Bien, bien. Pasé un tiempo con mi familia”. En lugar de decir “Debe haber sido agradable”, deja el tema abierto. Responde con un “Ya veo, ¿no los ves muy a menudo?”. Pronto, te contará la historia de sus primos segundos. Mientras te veas interesado, ¡seguirá adelante!
4
Emplea un humor autodespectivo. Esto es algo difícil. Si lo haces demasiado en serio, las personas podrían confundirse y no saber si eres gracioso o si en verdad te odias a ti mismo. Aunque si lo haces con una sonrisa y riendo, estarás a salvo. Cuando Conan O’Brien bromeó diciendo que Michael Phelps estaba “fuera de forma”, añadió “Si él está fuera de forma, yo estoy muerto desde hace cinco años”.^[4] Demostrar que eres alegre y que estás dispuesto a burlarte de ti mismo es una cualidad sumamente adorable.
- Ser capaz de aceptar una broma es una cualidad muy útil. Cuando las personas llegan a conocerse entre sí, hay un nivel de tonterías que fomentan la solidaridad y desarrollan la unión. Si puedes hacerlo para otras personas, demostrarás que eres divertido, flexible y que estás cómodo contigo mismo.
- ¡También usa otros tipos de humor! Todo está bien. Si puedes usar el tipo de humor que una al grupo, será incluso mejor. Poner a las personas al mismo nivel te permite sentirte más a gusto a su alrededor. ¡Así que hazlas reír!
5
Coquetea y halaga. A todos les gusta que les coqueteen. Se siente bien. Es juguetón y nos hace sentir que algo nos prestan atención porque somos atractivos. ¿Qué es lo desagradable de esa situación? Lo que menos nos gusta es coquetear con alguien que no se muestra receptivo a eso. Les demostrarás que eres agradable, abierto y juguetón. Sorprendente.
- Tocar a una persona puede crear un lazo íntimo. Piensa en alguien saludándote, dándote la mano y pasando cerca de ti. Ahora piensa en alguien saludándote mientras te toca afectuosamente el hombro y pasa a tu lado (probablemente sonriendo y haciendo contacto visual). ¿Con cuál persona te sientes más conectado?
6
Haz que los demás se sientan especiales. Este no necesita ser un gran gesto. De hecho, no debe serlo. A menudo las cosas más pequeñas dicen mucho. Así que adelante, haz algo un poco personal. Hazles saber que te interesas en ellos como persona y probablemente te devolverán el favor.
- Dirígete a una persona por su nombre. Trabaja en ello. Para Dale Carnegie, es el sonido más dulce para cualquier persona. Y si acabas de conocerla, ¡te ayudará a recordarla!
- Recuerda los detalles. ¿Tu jefe te comentó sobre la venta de galletas de su hija la semana pasada? Pregúntale cómo le va con eso, sin importar si tienes o no un gusto por los dulces.
7
No concentres toda la atención en ti. A veces, las personas inseguras intentan compensar su baja autoestima al ser demasiado ensimismadas. Creen que se ven increíbles cuando en realidad solo lucen como egoístas. En realidad deben hacer lo opuesto, girar la atención hacia la otra persona. ¡Estarán más cómodas y serán mejor recibidas!
- Cuando las personas te halaguen, solo di “Gracias”. Si encuentras una oportunidad para hablar acerca de lo genial que eres, deja que el momento pase. Las personas no necesitan saber cuántos premios has ganado, a cuántas personas famosas conoces o cuántas cosas has visto y hecho. Eso saldrá de manera natural en la conversación. No necesitas mencionarlo.
8
Sé positivo. Esto no necesita mucha explicación. La felicidad y el positivismo son contagiosos. A todos les gusta la gente feliz. Si tienes una actitud positiva sobre algo, es refrescante. Si bien puedes verte tentado a aparentar modestia al desanimarte a ti mismo o al tratar de verte como un intelectual que odia todo (todos conocemos a esa persona), no lo hagas. No es bueno para ti, para tus arrugas ni para las personas a tu alrededor.
- Dicho eso (sabías que era una advertencia, ¿no?), es necesario que sepas cuándo compadecerte. Quejarse es una herramienta que puede unir a las personas, ¡pero asegúrate de no hacerlo todo el tiempo! ¿Tu jefe eliminó ese viernes de relajación e insiste en que todos trabajen hasta tarde? De acuerdo, quéjate. ¿Sheila se comió la última rosquilla? No es adecuado quejarte. Una vez más, elige tus batallas.
9
Debes saber cuándo terminar la conversación. No existe una conversación en todo el planeta que sea o deba ser infinitamente extensa. Ninguna en lo absoluto. Algunas deben ser más cortas que otras. Cuando sientas que tu conversación comienza a decaer, deja que lo haga. Dile a la persona lo interesante que fue la conversación (a menos que haya sido terrible, en cuyo caso, ¿por qué desperdiciar tu tiempo en ella?) y que le hablarás pronto. Listo, terminaste.
- Si la conversación se vuelve incómoda, excúsate cortésmente. Un simple “Bueno, tengo que irme. ¡Te veré después!” no es algo por lo que deban cuestionarte. Tampoco creas que solo eres tú: las conversaciones incómodas comprenden el 17 % de todas las que se producen. Quizás sea cierto. Con el tiempo, es probable que se realice una investigación al respecto.
Anuncio

Parte 3 de 3: Dominar las habilidades

1
Ten buenos modales. ¿Cuándo fue la última vez que pasaste tiempo con alguien que fue directamente grosero? Si fue hace poco, probablemente fue uno de tus familiares viejos y amargados. Si en verdad pudieses elegir pasar tiempo con esa persona, no lo harías. Así que no seas como el malhumorado de tu abuelo. Usa palabras como “por favor”, “gracias” y sostén la puerta para que pase la persona detrás de ti. ¿Puedes pensar en una razón para no hacerlo?
- No es impresionante tratar a las personas inferiores a ti como si en realidad lo fueran. Así que déjale propina a la mesera, pregúntale cómo estuvo su día, no le frunzas el ceño al empleado de la tienda acerca de la limpieza en el pasillo 5. Sé educado con todos.
2
Emplea el autocontrol emocional. Las personas más agradables son aquellas que son calmadas, despreocupadas y llevaderas. Las personas (especialmente los extraños) pueden sentir repulsión si ven que eres extremadamente neurótico, complicado y paranoico. Procura no enfadarte o exagerar cuando las cosas no salgan como las esperas. Solo te hará sentirte más estresado y a los extraños los hará sentirse incómodos.
- Esto no significa que debas ser distante con respecto a las necesidades emocionales de los demás, pero intenta ayudar a otros de una manera cómoda y razonable. Las personas quieren ver a alguien que sea estable y alegre. Intenta no ofenderte fácilmente con bromas inofensivas y ten un buen sentido del humor con las cosas en general.
3
Involúcrate. ¡El solo hecho de salir al mundo es la mitad de la batalla! Por ejemplo, si perteneces al equipo de fútbol de alguien, tienes motivos para entablar una conversación y con eso también le demuestras que eres similar. ¡A los seres humanos nos gusta saber cuando las personas son como nosotros! Así que únete a un club o a un grupo y conoce personas. No puedes caerle bien a nadie si te quedas solo en casa.
- Esto también te pondrá alrededor de personas con las que puedes llevarte bien de manera natural. Es difícil llevarse bien con extraños y con personas con quienes no tienes nada en común. ¡Un club o un grupo es un lugar excelente para probar tus nuevas habilidades sociales!
4
Sonríe y haz un buen contacto visual. Puedes decir todas las cosas más agradables y más interesantes en el mundo, pero si frunces el ceño y miras tu taza de café, nadie prestará atención. Muy pronto, serás la persona en una esquina hablándole a tu taza de café. ¡Así que sonríe! Deja que las personas sepan que eres accesible y cuando te hablen, ¡míralas! ¿Acaso te parece que tiene ciencia?
- Cuando nos sentimos nerviosos, es tentador evitar el contacto visual. Si este es tu problema, esfuérzate por solucionarlo. Si no lo haces, puede ser un poco ofensivo, ¡sobre todo cuando la otra persona te está hablando! No sabrá de tus problemas y solo asumirá que no le prestas atención. Una buena regla de oro es que si esa persona habla acerca de algo que parece importante para ella, entonces haz un esfuerzo por mirarla. Si es algo más informal, no te preocupes mucho y deja que tu mirada deambule.
5
Infórmate. Para salir airoso en las conversaciones, es imprescindible que uses el tono correcto, que tengas un lenguaje corporal accesible y un aura de positivismo general, pero si no tienes nada que decir, te sentirás bastante inútil. ¡Así que infórmate acerca de los temas actuales de interés! Recompénsate viendo la televisión y navegando por Internet. Te sentirás mejor al tener cosas interesantes que decir.
- No todos comparten los mismos intereses. Debido a esto, no a todos les agradarás. Informarte acerca de los últimos descubrimientos de la NASA y obtener boletos para asistir al estreno de una película no te hará ingresar en el grupo que pasó la noche anterior viendo un programa de telerrealidad. Apégate a lo que te interesa; es todo lo que importa.
6
No te esfuerces demasiado. Todos conocemos a esa persona que es demasiado agradable por su propio bien. Halaga constantemente a otros, se esfuerza por satisfacer a todos y no toma ninguna decisión porque no quiere causar problemas. ¡No seas el esclavo que trata de agradarle a todos! Les caerás mejor a las personas si tienes agallas y sentido de identidad. Sin una personalidad, ¡no hay nadie debajo de esa piel que le pueda agradar a los demás!
- Vale la pena decirlo una vez más: no es posible agradarle a todos. Te llevarás bien con algunas personas pero no tanto con otras. Así es como funciona el mundo. Así que cuando no te lleves bien con alguien, no te estreses. Lo harás con alguien más.
7

Confía en ti porque eres increíble. En serio, si crees que no les agradas a las personas, hay una gran posibilidad de que todo esté en tu mente. Tienes una personalidad única que tiene un valor en este mundo. ¡Solo debes demostrar lo que tienes para entenderlo! ¡Así que sal al mundo! No puedes ganar si no juegas.

Anuncio

Consejos

Sé aventurero. A las personas les agradan aquellos que intentan cosas nuevas y participan en cosas fuera de su zona de confort. Sé más osado y curioso; mantente interesado y observa hacia dónde va.
Siempre sé tú mismo. Si las personas te aman por algo que no eres, podría parecer una buena idea seguir fingiendo que esa es tu personalidad, pero no lo es. No temas mostrarle a la gente quién eres y aférrate a aquellas que te amen por cómo eres.
Sé tu mismo y confía más en tu personalidad y en tus experiencias. No trates de ser lo que no eres ¡y recuerda que nadie es como tú!
Comienza de a pocos. Todo este proceso es increíblemente desafiante y tomará tiempo, así que no te apresures y te enfades si las cosas no salen como las planeaste. Establece metas pequeñas para ti mismo o simplemente trabaja minuciosamente en cada paso antes de seguir adelante.
Comprométete. No les agradarás mucho a tus compañeros de equipo si nunca llegas a los juegos o espectáculos y casi nunca contribuyes. Así que recuerda hacer todo lo que puedas por tu equipo o club.
No te unas a demasiadas actividades extraescolares. Las cosas pueden volverse frenéticas y podrías estresarte. Es mejor comenzar con una u comprometerte por completo con ella. Una vez que creas que lo haces muy bien, intenta realizar más actividades, pero no te presiones demasiado.
Revisa los artículos relacionados. Todos son increíblemente útiles y te ayudarán durante este proceso.

ZEN CONSULTING

jueves, 30 de julio de 2015

7 CONSEJOS PARA CAER BIEN EN EL TRABAJO